Ismael Serrano "Tierna Y Dulce Historia De Amor" |
Mi vida empez� aquel d�a en la inauguraci�n de un polideportivo a la que fui invitado en calidad de diputado y como miembro del partido. Cuando te vi pasar por la otra acera, con tus reci�n cumplidos quince a�os, sal�as de la escuela. Y se hizo luz, se hizo silencio, y en un momento todo par� y naci� el amor. Naci� el amor. Vest�as el uniforme de la escuela: el jersey verde, la falda de cuadros, hasta las rodillas las medias. Sobre los hombros una pesada cartera. Qui�n fuera tu porteador, tu tutor, tu institutriz o tu maestra. Para estar cerca siempre de ti y dedicarte mil atenciones, mil atenciones. Me dar�n de lado, me quitar�n mi esca�o, s�lo porque te amo. Estoy perdido, me echar�n del partido, no tiene sentido. Y qu� le voy a hacer, y qu� dir� mi mujer cuando sepa que te quiero. El mundo entero querr� mi cabeza a sus pies. A sus pies. En los plenos del congreso no hac�a otra cosa que pensar en ti, y d�a a d�a iba a tu colegio para verte salir. Hasta que un d�a el amor rebos� en mi cuerpo dulce, violento. Y as�, corriendo, fui hacia ti y te pregunt�: "Buena muchacha, te acompa�o a casa". No olvidar� c�mo dijiste "Como quiera usted". "Como quiera usted". Poco a poco nuestra relaci�n se fue formalizando, hac�amos juntos los deberes mientras �bamos a tu casa andando. Hasta un d�a logr� invitarle al cine a ver El Rey Le�n. Cuando las hienas acechaban al h�roe contra mi pecho mi peque�a se estruj�. Y se hizo luz, se hizo silencio, y en un momento todo par� y naci� el amor. Naci� el amor. Me dar�n de lado, me quitar�n mi esca�o, s�lo porque te amo. Estoy perdido, me echar�n del partido, no tiene sentido. Y qu� le voy a hacer, y qu� dir� mi mujer cuando sepa que te quiero. El mundo entero querr� mi cabeza a sus pies. A sus pies. Pero como todas las historias de amor, al menos las m�s bellas, la nuestra por supuesto tambi�n acab� en tragedia. Y a su madre al enterarse le entr� la histeria, me denunci�, y puso un mat�n para seguir a su peque�a. Y una gris tarde fui a buscarla y aquel mat�n, por tres sitios, la cara me rompi�. La cara me rompi�. Pronto se hicieron eco de la noticia los medios de comunicaci�n, y un moderno cantautor me compuso una canci�n. Durante una temporada El Mundo me dedicaba sus portadas, y para darle mayor gravedad Pedro J. un editorial. Y tertulianos en la radio y la tele comentaban c�mo la juventud se pierde. Ay, �c�mo se pierde! Me dar�n de lado, me quitar�n mi esca�o, s�lo porque te amo. Estoy perdido, me echar�n del partido, no tiene sentido. Y qu� le voy a hacer, y qu� dir� mi mujer cuando sepa que te quiero. El mundo entero querr� mi cabeza a sus pies. A sus pies. El comit� disciplinario del partido, movido por la envidia claramente, inici� una investigaci�n interna y me abrieron expediente. Y tras un arduo y largo tormento me expulsaron a la vez del partido, el comit�, y de mi casa mi buena mujer. Y qued� s�lo con los recuerdos de una peque�a con uniforme de escuela, con uniforme. Me han dado de lado, me han quitado mi esca�o. Da igual, yo te amo. Estoy perdido, me echaron del partido. S�lo quiero estar contigo. Y qu� le voy a hacer si me ech� mi mujer s�lo porque te quiero. El mundo entero est� a nuestros pies. A nuestros pies. Estoy seguro: a m� vendr�s cuando te dejen pap� y mama. Estaremos juntos, lo s� mi amor, cuando seas mayor. Me han dado de lado, me han quitado mi esca�o. Lyric from www.lyricmania.com |